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danddaventuras - La creacion de la Vara de la Vida y la Muerte
 

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 La Creación de la Vara de la Vida y la Muerte


 

Hace tres mil años, las razas de la isla vivían enemistad en cada zona de la isla.

Los Tiflins, una raza que en un principio eran humanos pero se unieron con demonios para tener más poder.

Los Medianos, una raza de gente más pequeña que la humana que pueden parecer niños.

Los Humanos son la raza común de la Tierra Media.

Los Eladrines, primos lejanos de los elfos que viven en el mundo de las hadas y poseen magia.

Los Elfos, son una raza que prefiere la lucha y la naturaleza a la magia.

Los Enanos, raza orgullosa que adora la lucha y los tesoros. Suelen vivir en las montañas.

Los draconidos, una raza que nace de huevos; tiene aspecto de dragones con forma humana.


La paz entre todos parecía eterna pero no todos querían la paz. Entre el pueblo de los Tiflins nació una persona que quería gobernar el mundo. Revolucionó a su gente y los incitó a una guerra por dominar a las tierras y eliminar a cada raza. Su nombre era Conrror, conocido comúnmente como Príncipe Infernal. Combatió duramente contra las demás razas para que sus tierras cayeran en sus manos. Su ejército contenía brujos de rango héroe, parangón y épico.


Los brujos Tiflins más sabios y de nivel supremo no estaban de acuerdo con lo que Conrror hacía. Por ello huyeron a la tierra de sus vecinos Eladrines para pedir ayuda. Su raza era excelente como guerreros, paladines y magos. El líder de su raza era el mago épico Soran. Se reunieron en una cámara oculta en la biblioteca en la que se concentraba un enorme poder mágico. El jefe de los brujos Tiflins y el mago Eladrín acordaron rápidamente hacer un concilio en el que se reúnan representantes de todas las razas de la isla. Mandaron mensajeros a las demás razas para que enviaran sus representantes con poder mágico junto a paladines que los protegieran.


Mientras tanto, Conrror estaba ocupando casi toda la Isla su ejercito era el más grande que jamás se haya visto en toda la historia. Un puñado de gente de las demás razas, huyeron lo más lejos posible y así ocultarse de ese ejército. Conrror no tenía piedad con nadie, arrasaba con todo ser vivo que se encontraban.


Cautelosamente al recibir el mensaje de Soran, no se lo pensaron dos veces en lo que podía ser su última esperanza. En el mensaje ponía que trajeran un material mágico de su tierra y que en el bosque central (Actualmente conocido como Bosque Entrenamiento) reunieran sus mejores soldados y personas con poderes que no enviasen junto a sus representantes para combatir a Conrror y darle una distracción.


Los cinco se reunieron sanos y salvos por los pelos en el poblado de los Eladrines. Fueron recibidos por el Líder brujo Tiflin, Sonrro, y el Líder mago Eladrín, Soran. Los acompañaron con sus escoltas a la cámara oculta de la biblioteca que después de aquello sería la cripta del poder. En esa cámara estaban los siete por primera vez en Concilio. Los asistentes eran: Sonrro, brujo Tiflin; Soran, mago Eladrín; Lostran, mago mediano; Leo, brujo Humano; Nilis, maga Elfa; Vecna, maga Enana; y Brenid, bruja Draconida.


Mientras se reunían, el ejército de Conrror se acercaba al bosque de los Elfos y Eladrines. De cada pueblo en el bosque central se reunió un gran ejército que podía compararse con el de Conrror. Sabiendo que se dirigía donde se reúnen sus representantes, partieron hacia ellos.


Conrror no se imaginó que las seis razas formaran una alianza con la cual reuniría un ejército capaz de derrotarle. Los soldados de la alianza se enfrentaron en la frontera del bosque contra las hordas Tifflins. Muchos en ambos lados cayeron en la batalla pero Conrror y sus brujos quedaban vivos. Este al ver que iban a perder pidió que lo transformaran en alguien poderoso con su magia unida. Los brujos hicieron caso a lo que les pedía y con un conjuro hecho con la magia de catorce personas, lo transformaron en una bestia demoníaca de un nivel superior al que los más ancianos y poderosos de todas las razas estaban. Con esa forma arrasó con la mayor parte del ejército enemigo.


Entre los siete asistentes crearon un ritual capaz de acumular un poder tan grande que podía matar, resucitar, curar y controlar a una gran multitud de gente. Con los materiales que traían de sus tierras forjaron cuatro objetos que en su conjunto formaran una vara negra y dorada que retuviera ese poder, esos objetos fueron: el Orbe de las Almas, capaz de absorber en su interior personas moribundas para después controlarlas al sacarlas su portador, tiene color dorado; la Varita de la Curación, capaz de curar a la gente aunque este apunto de morir , tiene color dorado; la Vara de la Muerte, con sacar su poder puede matar a quien quiera su portador, color negro; el Símbolo Sagrado de la Resurrección, aquel que lo sujete puede resucitar a personas y regenerar sus cuerpos aunque sus restos tengan milenios. Cada parte tenía un encaje para colocar el objeto siguiente; la base era la Vara de la Muerte a la cual se le coloca en su interior el mango de la Varita de la Curación; la Varita tiene una punta en la parte superior a la que encaja la parte inferior del Orbe de las almas y este tiene otro hueco en la parte superior para encajar la punta del Símbolo Sagrado de la Resurrección. Estando en ese estado solo tiene una forma material que con el poder de cada material mantenía mágicamente unidas las partes. Con un ritual, dicho poder pasó a la vara quedando en ella. Aquel que la tuviera debería ser de una clase que pudiera utilizar la vara con su poder. La Vara de la Vida y la Muerte completa los poderes de los cuatro objetos se reunía en toda ella y aumentando su capacidad. Ahora su portador podría matar a todos los que quisiera de un solo golpe, curar a un gran número de personas a la vez, puede controlar a personas que no estén moribundas, aparte del poder original del orbe, encerrar dentro del orbe a todos los que quiera y en ellos utilizar cualquier poder que quiera utilizar, y puede resucitar a tanta gente como quiera a la vez.


Soran cogió la vara que media 6’ de alto y juraron que entre los siete derrotarían a Conrror y tomarían el relevo si caía el portador del objeto. Para futuras generaciones hicieron el Libro de los Sellos donde ponía como realizar la vara y colocar su poder, los materiales, poder exacto de cada objeto y como controlarlo; también escribieron la historia de ese momento para que no pase al olvido. Además añadieron en el libro en la última página un ritual para fragmentar la vara en los objetos originales pero sin quitarle el poder que le pusieron cuando se volviera a recomponer.


Con un ejército de cien paladines como escolta fueron al campo de batalla para derrotar a la bestia que se había convertido. Los brujos tifflin de Conrror destruyeron a cada uno de los restantes del ejército enemigo. Soran, teniendo a su lado a los otros seis miembros del Concilio, sujetó en alto la Vara de la Vida y la Muerte gritando el final de Conrror estuvo liberando su poder. La bestia demoníaca se dirigió hacia él y le partió por la mitad antes de que hubiera lanzado el poder de la muerte. Se transfiguró en su aspecto de tifflin de nuevo pero conservando todo su poder que le otorgaron sus brujos. El seis magos/as y los brujos/as que quedaban huyeron al ver entre las manos de aquel, el arma forjada para derrotarle. Conrror utilizó el poder de la Vara para matar de un solo golpe el ejército del enemigo que queda dejándolos inertes.


Los seis líderes se reunieron de nuevo en la sala y ahora Conrror tenía la Vara de la Vida y la Muerte en su poder por lo que puede aplastar toda forma de vida de un solo golpe. Cuando salieron para ofrecer su rendición un grupo de catorce personas formado por las diferentes razas les comentaron sobre la planeación de una nueva arma que es capaz de derrotar a la vara. Les explicaron que tenían el ritual para hacerla pero que necesitaban a alguien con poder arcano que la dotase de magia. Con los materiales suficientes hicieron el arma: la Espada Espejo, cuya hoja podía devolver la magia a su lanzador. En la empuñadura pusieron el símbolo del grupo: un ojo con dos lágrimas a los lados; el emblema de la Orden Guardiana. Los miembros de esa orden compuesta por personas de diferentes razas y clases, se encargaban de proteger a personas de la realeza y nobles principalmente cuando estaban en peligro, además de ayudar a la otra gente. Las veinte personas se pusieron ante Conrror, teniendo delante de ellos al portador de la Espada Espejo. Conrror utilizó la Vara de la Vida y la Muerte para matarlos con un rayo negro. El portador desenvainó la espada y la puso horizontalmente para que reflejase esa magia. Cuando el rayo cayó sobre la espada, la hoja devolvió a Conrror la magia mortal que provocó su muerte instantánea. Su cara reflejaba horror y miedo tal y como se quedó al ver el rayo dándole. Su cuerpo cayó con fuerza en el suelo, la Vara se deslizó de su mano y fue rodando por el suelo. La maga Nilis la cogió y utilizando su poder de resurrección, devolvió la vida a los aliados caídos. Terminaron de escribir como terminó la guerra y su gran victoria. Se fundaron las ciudades Hermandad Racla, donde todas las razas y todas las clases vivirían en armonía, y la ciudad principal de la Isla que sería la más grande: Ciudad Unida. Los miembros de la Orden se distribuyeron por todas las ciudades pero los que protegían la Espada Espejo se quedaron en Ciudad Unida y la custodian en su templo guarida subterráneo lejos de las miradas de otras personas. Solo los pertenecientes a la Orden podrían encontrarla. La espada quedó clavada con magia en un pedestal. Pusieron al fondo de la sala una estela con inscripción en lengua celestial y los grabados de las 4 partes de la vara.


Y durante 2.000 años han vivido todos creando nuevas poblaciones y teniendo historias teniendo tiempos de paz y guerra menores bajas que estas y la Vara de la Vida y la Muerte quedó guardada en el Templo de la Luz dentro del Palacio Real en Ciudad Unida.


Pero un día algo ocurrió... (Seguirá en otra sección)

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